Ouchy II
Situado al final de la Avenue de la Harpe, a pocos pasos del puerto de Ouchy en Lausana, el edificio sustituye a un inmueble de 1933 que ya no respondía a las expectativas actuales en términos de habitabilidad y confort.
Construido para la Société Coopérative d'Habitation de Lausanne (SCHL) por los arquitectos Frédéric Gilliard y Frédéric Godet, el edificio demolido contaba con 50 apartamentos estrechos y vetustos que necesitaban una profunda renovación.
Bien integrado en el tejido urbano, el edificio, de 9,40 m de grosor y distribuido por cuatro escaleras, presentaba una configuración poco adecuada para su revalorización, lo que llevó a la SCHL a planificar su sustitución por un nuevo edificio que aprovechara al máximo el potencial constructible que ofrecía el Plan General de Afectación (PGA) de Lausana.
Al optimizarse el grosor del edificio, y aunque las superficies de las viviendas son más generosas, se ha podido crear un mayor número de apartamentos con alquiler asequible.
El edificio alberga 67 apartamentos —distribuidos en 2 de una habitación, 25 de dos habitaciones, 32 de tres habitaciones y 8 de cuatro habitaciones— repartidos en tres escaleras a lo largo de 7 plantas. Los tres núcleos están conectados a las dos plantas de aparcamiento subterráneo común, que albergan 34 plazas de coche y 11 de moto.
La azotea está acondicionada como espacio de encuentro y ocio para los residentes del edificio, gracias a la financiación del porcentaje cultural de la SCHL denominado «Plus SCHL». Cuenta con un jardín común con impresionantes vistas al lago, juegos para niños y una sala de 30 m² que pueden alquilar los inquilinos del edificio.
El edificio cumple con la etiqueta energética Minergie.
El principal reto del proyecto consistía en sustituir un edificio bien integrado en su contexto por su volumetría y la expresión de su fachada a la calle, por un nuevo elemento que mostrara la misma integración urbana y, al mismo tiempo, ofreciera una mayor habitabilidad y comodidad.
El proyecto retoma las características del edificio demolido y de varios edificios históricos vecinos: la expresión de un zócalo que define la horizontalidad y regula la relación con el suelo en una calle en pendiente, la sobriedad y la coherencia de los materiales y los colores, la proporción de las aberturas, los balcones en voladizo, la expresividad de los ángulos, reinterpretándolos de forma contemporánea.