Estancia Morro Chico - Vivienda Familiar
La nueva vivienda familiar de la Estancia Morro Chico se erige sobre una colina que ofrece una vista panorámica del vasto territorio patagónico ondulado, sus llanuras, sus bosques de ñires y la precordillera de los Andes al fondo. Su torre mirador se eleva como un nuevo referente en el imponente paisaje de la estepa patagónica.
En este panorama que evoca la inmensidad, los fuertes vientos moldean las formas que definen el paisaje de la estepa, sus colinas redondeadas y sus ñires achaparrados. Emergen grandes macizos rocosos dispersos, cuya geometría más angular, formada por líneas rectas y aristas, contrasta con las formas de las colinas suavizadas por el viento.
Inspirado en este particular decorado, el proyecto revisita el tipo de construcciones tradicionales de chapa, herencia constructiva de los primeros colonos, adaptándolas a las condiciones técnicas y funcionales actuales.
Las fachadas se presentan como una gran envoltura que se despliega alrededor del espacio habitable. Los volúmenes se densifican hacia el centro, con sus claraboyas y miradores, difuminándose en la periferia en sus lados laterales.
La paleta de materiales —chapa de aluminio, piedra para los suelos, hormigón para los cimientos y madera que se volverá gris con el tiempo— toma prestados del paisaje los diferentes matices y tonos de las rocas y montañas circundantes. Estos materiales garantizan además una buena resistencia al clima riguroso, a los rayos UV y a la corrosión del agua y el viento.
Las aberturas acristaladas se concentran en las partes mejor protegidas de la casa, y sus marcos y revestimientos de madera articulan el interior y el exterior.
Se han elegido carpinterías de aluminio por sus cualidades técnicas, su buena estanqueidad, su buena resistencia a las inclemencias del clima —vientos de más de 90 km/h y temperaturas exteriores de -20 °C— y su facilidad de manejo, así como por la delicadeza de sus elementos que enmarcan el paisaje.